viernes, 22 de marzo de 2013

La “década ganada” en la universidad: las becas PNBU llegan a Filo y Sociales


Comienza el año lectivo en Sociales y Filo con un logro para festejar. Recientemente, se decidió el traspaso de las Becas Portantiero y las Becas Jauretche -gestionadas desde la administración de cada facultad y financiadas por el Ministerio de Educación de la Nación- al Programa Nacional de Becas Universitarias (PNBU). Esta acción específica inscripta en el marco de la política educativa nacional, pone de relieve la potencia del concepto de “Década Ganada”, acuñado por nuestra presidenta en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.

El objetivo que subyace a esta medida es el de generar condiciones de igualdad para todos aquellos estudiantes que aspiren a obtener un título de grado en nuestras facultades, pero que sin embargo, presentan dificultades económicas para afrontar dicho proyecto. En esa dirección, el fuerte acento puesto en la generación de políticas de inclusión como parte del proceso transformador iniciado en 2003, se refleja en las políticas educativas que se erigen como uno de los pilares centrales de un proyecto que entiende que democratizar el acceso a la educación no va en desmedro de los estándares de calidad educativa.

En relación al sistema universitario, esta prioridad en lo educativo se ve reflejada en las diferentes medidas en las que fue avanzando el gobierno: aumento del presupuesto universitario, incremento del salario de los docentes y  no docentes de las universidades nacionales, significativos aumentos en el estipendio de los becarios-investigadores, la construcción de nueve Universidades Nacionales (acompañado esto de un incremento de la matrícula universitaria, así como también de la tasa de egreso), la creación en el 2009 del Programa Nacional de Becas Bicentenario buscando incentivar el ingreso y permanencia de alumnos en carreras científico-técnicas destinadas al desarrollo productivo del país, etc. A pocos meses de cumplirse la “década ganada” iniciada por el compañero Néstor, allá por el 25 de Mayo de 2003, todas estas transformaciones dan cuenta de la importancia estratégica otorgada a la educación superior en el proyecto nacional.

Las becas del PNBU, destinadas a promocionar las carreras de las Ciencias Sociales, Humanas y las de la Salud, serán otorgadas a través de convocatorias públicas y abiertas, lo cual garantiza la transparencia de las adjudicaciones. Asimismo, el alumno postulante cuenta con el derecho de recurrir a un mecanismo de revisión en caso de no estar de acuerdo con la decisión de la Comisión de Adjudicación.

Obviamente, el estatus nacional de la beca representa una ayuda económica mucho más efectiva para el estudiante, ya que el monto pasa de 100 pesos a 360 pesos, pagaderos en diez cuotas mensuales mientras que antes eran sólo ocho meses. Se pasa de un beneficio de $800 por alumno a $3600.

Como graduados militantes del espacio kirchnerista de las Facultades de Ciencias Sociales y de Filosofía y Letras, debemos pronunciarnos a favor de este contexto político, social, y cultural que transita la Argentina. Nos sentimos protagonistas de estas transformaciones y nos enorgullece el momento actual en el que la política se puso por delante de la economía para iniciar sustantivas transformaciones sociales. Si bien muchos de nosotros somos docentes en las distintas carreras, y participamos en las instancias de gestión e investigación de nuestras facultades, nuestra pertenencia al espacio de Sociales y de Filo, va más allá de estos vínculos -en ocasiones de naturaleza laboral-. Esta pertenencia se basa en reconocernos en una tradición común de pensamiento y educación latinoamericanos, de los que Filo y Sociales fueron promotores y del que nos sentimos herederos.
 Es por eso que estamos decididos a avanzar desde este espacio común de pertenencia identitaria como graduados de sociales y filo, redoblando nuestro esfuerzo y comprometiéndonos aún más con un proyecto nacional y popular que convirtió a la educación en una prioridad. Desde este posicionamiento, entendemos que el PNBU es una muestra más del proyecto de país, basado en el desarrollo sustentable con inclusión social, que venimos construyendo a lo largo de esta década.

Estamos convencidos de la existencia de una política de becas destinada a la población universitaria que más lo necesita, para así de esta manera, avanzar hacia una Argentina con mayor inclusión, generando igualdad de oportunidades para todos los jóvenes que quieran estudiar y transformar la Patria Grande.

La Cámpora Graduados de Sociales / La Cámpora Graduados Filosofía y Letras

miércoles, 6 de marzo de 2013

Nota en Miradas al Sur Fernando Basso, compañero graduado de Sociales




Aristóteles postuló que al exponer al pueblo las miserias humanas representadas en el guión de una tragedia se lograría que se provoque en el ciudadano-espectador una suerte de restablecimiento doloroso de algún orden perdido, por la vía de la sensación traumática que él y sólo él experimentará ante lo representado. De todos los temas posibles de tratar así, el accionar de los hombres que ejercen el poder y la justicia era ineludible y fundamental, porque la propia Polis griega tiene su razón de ser sólo en la búsqueda de una justicia perfecta. No es casualidad entonces que las figuras más relevantes de las tragedias que nos siguen enseñando desde aquella época son personajes de la política, sean de la época que fuere. Y ello se justifica siempre, porque de no haber justicia “en” sus gobernantes, la Polis no podrá ser justa, nunca.
Veamos un caso local. A pesar de contener todos los elementos para convertirla en una nueva tragedia argentina, que Mauricio Macri gobierne en la Ciudad de Buenos Aires se explica en parte porque muchos ciudadanos todavía no vivieron en carne propia aquella sensación visceral a la que quería apelar el estagirita. Si así fuera, me propongo con éstas líneas bruñir algunas acciones de su vida pública que aportan al guión teatral pendiente y causarle al lector un entripado.
El Jefe de Gobierno porteño es producto de un sistema judicial que devuelve normalmente a la sociedad a la que pertenece impunidades flagrantes cuando, por ejemplo, reniega de la “sumatoria de delitos” en el caso de concurso de leyes, o cuando asume impávidamente que el Estado mismo se retire como querellante en investigaciones penales sobre personajes o empresas presuntamente relevantes en casos de defraudaciones al fisco. Creer que llegó a ocupar ese cargo público sólo por seguir al pie de la letra las malas artes de Durán Barba es un grueso error. Más cerca de explicar tamaña irracionalidad sociopolítica argentina está la hipótesis de que se animó a hacerlo inmunizado por la impunidad con que lo inoculó la Justicia argentina a pesar de haber reiteradamente intentado estafar al fisco (primera causa a comentar) o haber logrado cobrar indebidamente estímulos fiscales por una cifra cercana a los siete millones de dólares (segunda causa) y que aún debemos recuperar.
Siguiendo la forma prescripta, la pregunta con que debería comenzar la obra sería del estilo de, ¿cómo pudo un defraudador al fisco en grado de tentativa como Mauricio Macri manejar alguna vez la cosa pública? E inmediatamente preguntar con un tomo más enérgico, ¿cómo pudo la ciudadanía porteña reelegirlo cuando los inflige a diario con sus comentarios insultantes, xenófobos o cínicos y pretendiendo no poseer ningún principio de ética política?
Mauricio es un personaje trágico. Aunque en su futuro patrimonio esté entreverado un monto equivalente al 3% directo de la ilegítima deuda externa histórica (DEA), suma lograda por el grupo empresarial de su padre en connivencia con la última dictadura militar, cuestión que parecería importarle a pocos, toda evaluación que se haga sobre sus propuestas para una Argentina mejor deberá siempre sopesarse con sus intentos de estafa al fisco. La impunidad que le posibilitó ocupar cargos públicos se basa en al menos tres hechos fácticos: 1) la imperfecta relación causal y vincular que existe en el Derecho Penal Económico y en la normativa procesal que no regula la interrelación “atada” de los delitos de contrabando y de defraudación al fisco; 2) en el desconocimiento general que se tiene de los fundamentos con los que cuatro jueces supremos argumentaron que el contrabando de la firma Sevel a su mando debe tenerse por cierto; y 3) en la aceptación impávida de la Justicia y de la opinión pública de la decisión de José Luis Machinea de retirar a la DGA como querellante en la causa que lo investigaba por el delito contemplado en los artículos 862 y siguientes del Código Aduanero (simulación documental para obtener un beneficio económico).
El Dr. Eugenio Zaffaroni, casualmente elegido como Presidente de la Comisión que está reformando, actualizando e integrando el Código Penal de la Nación (espero que tenga en cuenta en la oportunidad los “casos Macri”) sostiene la doctrina jurídica que considera a la conducta humana como el presupuesto sistemático para la construcción del concepto de delito: nullum crimen sine conducta. Así, los delitos de una persona jurídica tienen su origen en las conductas delictivas de sus directivos al mando, de manera que cuando se investigó el accionar delictivo de Sevel se debe identificar que ella conforma una unidad inescindible con su CEO del momento: Mauricio Macri.
Sevel-Macri fueron investigados penalmente en dos oportunidades por la comisión de los delitos de defraudación tributaria y contrabando agravado. Si bien es por éste último procesamiento que habitualmente se lo adjetiva como contrabandista, es justo decir que por el principio jurídico de “in dubiis, reus est absolvendus”
debemos inhibirnos de usarlo para descalificarlo, dado que la Justicia institucional no pudo probar en firme que el ingeniero y su empresa hayan cometido efectivamente ese delito. Pero estricto contrario, es también por otro principio jurídico: “Confessio est probatio probatissima”, que sí debe utilizarse para adjetivarlo el de defraudador al fisco en grado de tentativa, especialmente cuando hablamos de él en su calidad de funcionario público. Veamos por qué.
Causa 1: Contrabando de 1936 automóviles. En tiempos de la sustanciación de la causa que por Infracción a la Ley Penal Tributaria le iniciara la DGI a la firma Sevel Argentina S.A., Mauricio era su Vicepresidente y CEO (o Director Ejecutivo). Por ello no fue él sino su padre quien quedó imputado al ejercer la presidencia de la firma familiar. La imperfecta letra de la legislación penal económica respecto de las jurisdicciones que debían entender en las causas abiertas en Buenos Aires y Entre Ríos, la no sumatoria de los montos eludidos en el delito continuado que cometieron y la preeminencia que tiene el delito de defraudación al fisco por sobre el de contrabando, posibilitaron que pudieran desvincular las acciones probadas de contrabando que mediaron para la concreción de los delitos de defraudación tributaria agravada por satisfacción de la pretensión fiscal.
Es obligación de todos los ciudadanos argentinos, leer la fundamentación que hicieron los Jueces Fayt, Belluscio y Petracchi en la ocasión de la resolución por parte de la CSJN del Recurso de Hecho presentado por el Ministerio Público, pidiendo la revocación del fallo de estas causas que subsumo en una, así como también lo que expresara el ex Juez de la Corte Suprema menemista Antonio Boggiano cuando en su propia defensa alegó, en el juicio político que afrontó por obstrucción de justicia, que las firmas de los Macri: Sevel Argentina y Opalsen o “Sevel Uruguay”, actuaron como mediadoras y posibilitadoras de una simulación comercial de importaciones desde Uruguay, donde “haciendo figurar a particulares como importadores directos… con la finalidad de evadir el pago de impuestos la firma Sevel… articuló un ardid para evadir los impuestos que le correspondía pagar por aquellas operaciones”. El modus operandi del contrabando que quedó documentado animó al Dr. Fayth a expresar que debió haberse considerado: “Además de una burla al control aduanero (contrabando), una evasión tributaria en concurso real, dada la reiteración de maniobras idénticas alentadas por una temporaria impunidad…”
Pero fue el Dr. Antonio Boggiano quién aportó el mayor nivel de precisión respecto del objetivo de la maniobra delictiva de Sevel-Macri. Dijo: “…en definitiva, el automóvil era importado por Sevel Argentina SA, pero simulando para así decirlo, ante la DGI, que la importación era realizada por un particular. Esta maniobra pergeñada comportaba una ganancia para Sevel porque dejaba de abonar el 3% de impuesto a las ganancias y respecto del IVA, una suma derivada del 18% del valor real de venta (mayor) frente al que abonaban sobre el valor FOB de la importación (menor) lo cual arrojaba un beneficio indebido. Allí mismo sostuvo que “debe tomarse por cierto que en la causa se tuvo por probado que las concesionarias oficiales de Sevel Argentina SA contactaban a los adquirentes de cada unidad, realizando luego la importación desde Uruguay y que las firmas de los despachos (de importación) eran apócrifas”.
La extinción de la acción penal acaeció por efecto de la cosa juzgada, dado que habían logrado días antes su sobreseimiento por efecto del pago de las sumas no tributadas, cuestión que extinguió el delito de defraudación tributaria que se sustanciaba en el Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 2 de la CABA y derivó en que cayera la investigación por el contrabando que medió, necesariamente, para la evasión agravada que se les imputaba. A confesión de parte, relevación de prueba. Es precisamente el “pago voluntario” por parte de Sevel de las sumas eludidas en las maniobras documentales en que utilizaron a miles de sus clientes legos que fueron captados en sus concesionarias oficiales lo que posibilita descalificarlo como defraudador al fisco en grado de tentativa. Aunque la acción penal fuera extinguida por medio de un pago dinerario, la razón intelectual que la pergeñó es propia de quien la hubo mandado (nullum crimen sine conducta) y ello no debe confundirse nunca con un sobreseimiento.
Y si el lector se pregunta si alguna de las demás terminales automotrices que operaban en ese momento utilizaron alguna maniobra elusiva similar para la importación de automóviles como lo hizo Sevel-Macri, la respuesta es: no.
Causa 2: Apropiación indebida de estímulos a la exportación.Alentado por la primera inoculación de impunidad, el segundo hito que anima su ineludible descalificación como defraudador al fisco lo conforma la denuncia que por contrabando agravado realizó la AFIP en su contra, dado su cargo de Presidente de Sevel. La DGA constató de manera fehaciente que en los despachos de importación de mil trescientos automóviles, realizados entre los años 1993 y 1995, se encontraban declarados los números de serie de autopartes (chasis y motores) que su firma previamente había enviado a Uruguay y declarado ante la aduana como “exportaciones definitivas”. Burlando nuevamente al servicio aduanero ocultaron que en realidad se trataba de destinaciones suspensivas de “exportación temporaria”. Así, su firma cobró indebidamente del fisco una cifra cercana a los siete millones de dólares por el concepto de reintegros, cuestión que está prevista en la legislación como estímulos a la “exportación definitiva”. A diferencia de la primera causa donde articularon una elusión fiscal, aquí articularon una extracción ilegal de las arcas públicas con una maniobra donde Sevel Argentina prescindiendo de importadores legos se exportaba a sí misma a Uruguay, armaba automóviles con autopartes argentinas, y luego los importaba por medio de la firma Drago S.A., también de propiedad de su familia.
Esa vez, aunque los investigadores se encontraron nuevamente con la prueba documental, súbitamente, la Dirección General de Aduanas dejó de investigarlo. Cada vez que Mauricio tiene la oportunidad, contesta a las acusaciones que lo sindican como contrabandista con recurriendo a la letra del Convenio Argentino Uruguayo de Cooperación Económica (Cauce). Pero lo que no dice es que el millonario monto que su firma cobró indebidamente por reintegros fue producto de una simulación documental que encuadra exactamente en los delitos de contrabando y defraudación al fisco que de ninguna manera está allí contemplado.
A nadie se le puede reprochar conocer las grietas de la Ley, pero ¿qué se hace a sí mismo el pueblo cuando ratifica a un personaje como éste en una votación para que lo represente o gobierne? Por ahora, sigue siendo exclusiva responsabilidad de los ciudadanos porteños permitir que un defraudador al fisco en grado de tentativa tenga en sus manos alguna porción de la cosa pública. Ello es una tragedia local. Pero su epílogo perfecto será: Mauricio Macri Presidente.
Estimado lector: ¿cómo están sus tripas?